Pasamos un fin de semana en familia excelente a bordo del Octo, con salida de Glénac.
El barco era muy cómodo, con mucho espacio. Nos lo dieron muy rápido y sin complicaciones.
A todos nos gustó el itinerario hasta Malestroit que nos sugirieron en el embarcadero.
Las esclusas estaban en un estado inmejorable, decoradas con detalles hermosos y florales, lo que daba un aire muy veraniego a aquel primer fin de semana de octubre.
La recepción de los encargados de las esclusas fue muy acogedora y sus consejos utilísimos.
Gracias a este crucero, hemos descubierto la Bretaña de otra forma para la alegría de toda la familia.
Raphaël G.